En los últimos meses, como consecuencia de la falta de disponibilidad, el coste de los componentes y las materias primas han sufrido un aumento significativo, lo cual se traduce en un incremento desmesurado del coste de los productos finales. Este paradigma afecta a todos los sectores, incluyendo el de la distribución automática y sus ámbitos afines. Si bien algunas compañías han decidido asumir estos costes, otras no pueden hacerlo, repercutiendo en los precios de los artículos que se distribuyen en las expendedoras automáticas.
Todo ello se suma a otras circunstancias con las que se ha tenido que enfrentar el sector, que se ha visto duramente afectado por las restricciones impuestas para frenar la propagación de la Covid19 y que, en los primeros meses de pandemia, supusieron el cierre de los espacios donde suelen encontrarse las máquinas expendedoras.
También la entrada en vigor el pasado 3 de julio de la Directiva sobre plásticos de un solo uso provocó un gran impacto en la industria del vending con sus prohibiciones, restricciones y requisitos de marcado de vasos.
Por otro lado, destacar que el Índice de Precios al Consumo (IPC) se sitúa según el último informe del INE (septiembre 2021) en un 4,0%. Este indicador proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría un aumento de siete décimas en su tasa anual, ya que en el mes de agosto esta variación fue del 3,3%, y se situaría en su nivel más alto desde septiembre de 2008.
En este comportamiento destaca la subida de los precios de la electricidad, mayor este mes que en septiembre del año pasado. Por su parte, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente aumenta tres décimas, hasta el 1,0%, con lo que se sitúa tres puntos por debajo de la del IPC general.